Los mejores aceites vegetales para tu piel
Potencia los efectos de tu cosmético
RADICALES LIBRES
¿Quién no ha oído hablar de ellos como causantes principales de nuestro envejecimiento? Son fragmentos de moléculas de oxigeno inestables y muy reactivas que buscan otras moléculas para estabilizarse. Atacan el colágeno, la elastina, las proteínas, el ácido hialurónico y los fosfolípidos de las membranas, alterando sus estructuras y funcionamiento y provocando una reacción en cadena (proceso de oxidación). De ahí su mala fama….efectivamente son responsables, en gran parte, del envejecimiento cutáneo y se generan por reacciones de oxidación y por exposición al sol.
SPA
¿No os habéis planteado de donde sale esta moderna expresión para referirnos a los balnearios de toda la vida? SPA son las iniciales de la expresión latina “Sanus Per Aqua” que significa literalmente, “salud a través del agua”. De manera general el término SPA está ligado al bienestar integral desde una perspectiva de salud, belleza y relajación. Referido a productos cosméticos engloba a todos aquellos relacionados con el uso de un agua termal (caso de centros con manantiales de diferentes tipos de agua mineromedicinal) o los que utilizan aguas corrientes a las que se ha adicionado ingredientes diferentes que les confieren propiedades específicas para el confort cutáneo.
pH
El pH es, en términos muy sencillos, el grado de acidez de un producto. Todos sabemos, al comprar un aceite de cocina, que los hay con grado 0,4 o 1 y que la percepción en el gusto es diferente. El pH se mide en una escala que va de 1 a 14. Los productos por debajo de 5 son ácidos y por encima de 7 son básicos o alcalinos. Cuando se habla de pH neutro nos referimos a valores de 5 a 7 (aunque la neutralidad pura sería el 7). La piel humana tiene habitualmente un valor de pH neutro (que puede variar un poco según la edad). Las alteraciones en el pH de la piel pueden favorecer infecciones, picores, malestar…. La mayoría de los cosméticos se encuentran con valores de pH entre 5 y 6,5 para asegurar que sean lo más parecidos al pH de la piel. Por eso no hay que preocuparse mucho por el pH de un producto ya que en general lo tienen “ajustado” a nuestra piel. Sí es verdad que algunos productos tienen pHs más extremos, como los que contienen alfa-hidroxiácidos o los depilatorios, pero están justificados en razón de su efectividad.
